Después de los meses de frío y un comienzo de la primavera lluviosa los alérgicos al polen deben estar más alerta que nunca. Los primeros rayos de sol están empezando a aparecer y con ellos las primeras alergias primaverales. La alergia a la arizónica es de las primeras en manifestarse con la llegada de la primavera. Los alérgicos muy bien lo saben, para ellos el mes de marzo suele ser horrible, pero tras ella empieza la polinización de otras especies como el olivo, el fresno, el jazmín… Aquí puedes ver un calendario de polinización muy completo. Pero,
¿cuáles son los síntomas de la alergia primaveral o alergia al polen?
Los síntomas de las alergias suelen confundirse con los resfriados o catarro común. Te dejamos a continuación los síntomas más frecuentes para que puedas diferenciarlos:
- Mocos:Siento empezar con la parte más desagradable, pero el aumento de mucosidad es un clásico de la alergia primaveral. Los mocos transparentes y repetitivos (casi continuos diría yo) son típicos de las alergias, mientras que los de tonos amarillentos son más típicos de resfriados.
- Picor de nariz: En el caso de la alergia al polen los mocos van acompañados de constantes picores de nariz y ganas de estornudar.
- Irritación y lagrimeo de ojos: Sí, uno de los síntomas más molestos sin duda. Un continuo lagrimeo de ojos que apenas deja realizar una actividad normal.
- Estornudar de forma repetitiva:Bastante frecuente también, estornudar varias veces seguidas, sobretodo por las mañanas.
¿Cómo combatir los síntomas de la alergia primaveral o alergia al polen?
La verdad es que combatir lo síntomas de la alergia primaveral o alergia al polen no es tarea fácil. Muchos afectados solo encuentran remedio en los medicamentos antihistamínicos. Sin embargo, estos producen en ocasiones efectos secundarios tan evidentes que hace que muchas personas no quieran consumirlos: somnolencia, hinchazón, irritabilidad… Además en muchos pacientes no resultan suficientemente efectivos y los síntomas persisten.
Así que, no queda más remedio que utilizar medidas preventivas:
- Mantener las ventanas de casa o de la oficina cerradas los días de mucho viento o de una mayor polinización. Para ello conviene estar al tanto también de los niveles ambientales de polen.
- Usar gafas de sol en la calle para evitar que los granos de polen entren en contacto directamente con nuestros ojos.
- Realizar lavados nasales con agua de mar para expulsar las partículas de polen que puedan haber entrado en nuestra nariz. Esto nos ayudará a descansar mejor.
- Consumir alimentos, suplementos o infusiones que podrás encontrar en un herbolario y que te ayuden a fortalecer las defensas (cítricos, infusión de echinácea, etc)
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