La miel es un fluido viscoso y de sabor dulce producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de otras partes de las plantas. Las abejas recogen estas secreciones de las plantas y flores, las depositan en los panales y allí son transformadas a partir de sustancias propias.
Tipos de miel
Existen más de 300 tipos de miel en función de la flor de la que se recolectó el néctar y del tipo de abeja que la produjo. Puede ser monoflorar cuando procede de una única flor o multifloral cuando se ha producido a partir del néctar de varios tipos de flores.
Propiedades de los tipos de miel más comunes:
Miel de espliego (lavanda)
Tiene poder bactericida y antiséptico. Puede aplicarse en la piel para aliviar los síntomas de picaduras de insectos y quemaduras. También se usa como preventivo para enfermedades de las vías respiratorias (resfriados, bronquitis y gripes). Además, las esencias de lavanda que contiene tienen poder relajante mejorando los síntomas del estrés y ansiedad.
Miel de acacia
Tiene color ámbar y suele ser muy líquida. Se extrae de la misma flor de la acacia y puede utilizarse para mejorar el tránsito intestinal en casos de estreñimiento.
Miel de azahar
Procede del néctar de las flores de naranjo, limonero y mandarino. Tiene un sabor suave y tiene efectos relajantes. Además ayuda a mejorar los síntomas de resfriados y catarros y es buena para combatir las alergias. Además es un gran antioxidante.
Miel de romero
Es muy aromática y dulce. Tiene propiedades beneficiosas para depurar el hígado. También para aliviar el dolor de garganta y mejorar los síntomas del resfriado.
Miel de eucalipto
Tiene un color oscuro y es muy aromática. Tiene propiedades antisépticas de las vías respiratorias y urinarias. Indicada contra catarros y resfriados.