Porque el entorno en el que vives influye directamente en tu vida. Porque todos los objetos y espacios que tienes en tu casa son el reflejo de tu mundo interior. Porque:
"TU ENTORNO HABLA DE TI"
El desorden que vamos acumulando día a día irrumpe en nuestra manera de pensar y nuestra salud más de lo que creemos.
Tomar la decisión de ordenar tu entorno es un primer paso para ordenar tu vida. Es verdad, que todos tenemos nuestro pequeño caos interno, que a veces nos va venciendo por el cansancio, por la falta de tiempo, de voluntad, de espacio o de gestión del mismo. Siempre buscamos excusas porque ordenar es de alguna manera enfrentarte a ti mismo y a cómo estás gestionando el día a día, y eso en general no suele gustar.
Lo cierto es que esos pequeños (y grandes) desórdenes cotidianos están echando a perder nuestra vida más de lo que creemos.
Algunas de las consecuencias del desorden en casa son:

1. Estrés
El desorden y el consumo excesivo que suele generarlo, sobrecarga nuestros sentidos y no solamente nos generan una sensación desesperante, sino que efectivamente hace que aumenten las hormonas del estrés.
2. Desconcentración
El desorden limita la capacidad cerebral para procesar la información generando caos mental.
3. Aumenta las alergias
Ayuda a que nuestros espacios se llenen de polvo y se conviertan en un refugio de gérmenes y ácaros.
4. Contribuye al aumento de peso
El desorden suele transferirse también a la alimentación. Hay un vínculo entre el consumo excesivo de cosas y el consumo excesivo de alimentos, entre la acumulación de cosas y la acumulación de toxinas en el organismo.
5. Hace postergar
No nos se damos cuenta de que el desorden en realidad son decisiones y acciones retrasadas.
6. Aísla
Aunque parezca exagerado, el desorden aleja a la familia y amigos.
7. Genera discusiones
Entre la parejas y con los hijos, lo que acaba con la armonía de las relaciones.