La exfoliación consiste en una limpieza de la piel en profundidad, que nos ayuda a eliminar los residuos que se depositan en la piel así como las células muertas ayudando a renovar la piel y que esta presente un aspecto más luminoso y saludable. En herbolarios y tiendas naturales puedes encontrar muchos ingredientes que pueden servirte para crear tus propios exfoliantes caseros; por ejemplo la arcilla verde, cafés orgánicos, azúcar de caña… En este artículo te contamos como crear tu propio exfoliante casero con semillas de amapola.
¿Por qué son útiles los exfoliantes caseros?
Muchas marcas cosméticas utilizan ingredientes derivados del petróleo que pueden ser tóxicos para nuestra piel. Por ejemplo los parabenos, parafinas, polietilglicol (PEG), son ingredientes muy comunes en cremas y otros productos cosméticos, sin embargo, en algunos estudios se ha relacionado estas sustancias con problemas graves de salud como cáncer de mama.
¿Con qué frecuencia conviene exfoliar la piel?
La frecuencia con la que debes exfoliar tu piel depende del tipo de piel que tengas y de lo expuesta que esté a la polución ambiental u otras circunstancias. En el caso de pieles grasas, lo recomendable es exfoliar la piel al menos una vez a la semana para asegurar su correcta limpieza, eliminar restos de grasa y evitar que aparezcan puntos negros y acné. En caso de pieles normales o secas puede espaciarse más la exfoliación a una vez cada quice días por ejemplo. Conviene siempre observar la respuesta de la piel al proceso de exfoliación para adaptar la frecuencia o el producto que empleemos a sus necesidades.
Exfoliante con semillas de amapola
En artículos anteriores ya te hablamos de otro exfoliante natural elaborado con sal marina. Hay otros ingredientes naturales como la harina de avena o la arcilla verde que pueden servirte también como exfoliante casero.
El exfoliante con semillas de amapola constituyen un exfoliante fuerte, no apto para pieles sensibles, pero muy adecuado para pieles grasas con tendencia a tener los poros obstruidos. Puedes mezclar una cucharadita de semillas de amapola con una cucharada de aceite de almendras dulces, aceite de oliva o aceite de argán por ejemplo. También puedes mezclar las semillas de amapola con plátano maduro.
Debes aplicarte el exfoliante con semillas de amapola realizando un suave masaje por el rostro o cuerpo y aclarar después con abundante agua tibia. No olvides aplicar una crema hidratante adecuada a tu piel después de la exfoliación.